La educación en Chiapas cara y sin resultados
El actual gobierno ha ejercido un presupuesto multimillonario en educación, sin que a la fecha se hayan obtenidos resultados satisfactorios, que abra la posibilidad de abandonar los peores lugares que tiene Chiapas en calidad educativa.
En los últimos 15 años, el presupuesto de la educación en la entidad ha tenido un crecimiento sostenido, sin que eso refleje una mejora del sistema educativo.
En el año 2000, el presupuesto para educación fue de 7 mil 830 millones de pesos; para el 2006, el presupuesto había crecido a 14 mil 424 millones de pesos; para el 2015, el presupuesto del sector educativo ejercido fue de 23 mil 639 millones de pesos, sin que exista una mejora del logro educativo de los estudiantes en todos los niveles y sin una mejora sustantiva del sistema estatal de educación.
El gobierno de Velasco Coello, en los tres años que lleva su administración ha destinado más de 90 mil millones de pesos para educación, un recurso a todas luces significativo, lo que da muestra fehaciente de que el problema de la educación en Chiapas no es por falta de presupuesto sino por una ausencia de proyecto educativo.
Al sistema educativo de la entidad le hace falta un liderazgo académico, que impulse una reforma del sistema y que sea capaz de construir un modelo educativo, que al mismo tiempo que mejore los resultados, forme un nuevo ciudadano comprometido con el entorno social y con la mejora de la vida pública.
La mala calidad educativa que se imparte en la entidad y la ausencia en la construcción de ciudadanías, incide directamente en las deficiencias en la vida democrática que existe en la entidad, en donde prevalecen las prácticas autoritarias, la corrupción generalizada, hay una pobre participación política en la población, el voto aún es corporativo y las elecciones se ganan a través de la inducción y la compra de votos.
La educación deficiente que se imparte en la entidad en la primaria, secundaria, preparatoria y la universidad, no está formando buenos ciudadanos y por lo tanto, no se están formando los profesionistas con la responsabilidad social que se requiere para superar los graves problemas que vive el Estado.
En el gobierno de Manuel Velasco Coello, no existe ningún funcionario que perciba con mínima claridad la función social que tiene la educación, en las transformaciones sociales y no existen visos en que esto pueda llegar a modificarse en los dos años que le hacen falta a esta administración.
El propio gobernador asume un comportamiento banal respecto a la educación y ha tolerado el enriquecimiento y el desvío de recursos de la educación en los funcionarios de las principales dependencias educativas en la entidad y ha nombrado a funcionarios sin los conocimiento en la materia e inclusive sin los perfiles que exigen las disposiciones normativas.
El futuro de la educación es poco halagüeño en la entidad, en virtud de que no existe un interés gubernamental por mejorar los resultados educativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario